CRITICAS

El sonido de la campana y de los puñetazos suaves contra la perita anticipa las primeras imágenes de Boxeo Constitución. Bajo las vías de la estación de ese barrio porteño, algunos jóvenes hacen bolsa, mientras otros saltan la soga. La cámara descubre el oscuro gimnasio subterráneo, donde los cuerpos se someten a un duro entrenamiento. Entre ellos, dos jóvenes pugilistas, sueñan con escapar de la pobreza triunfando en el boxeo. [Revista Ñ]

Jakob Weingartner registra las horas de prácticas rutinarias a las que son sometidos los boxeadores para mejorar su técnica y fortalecer su resistencia. Pero también acompaña a sus protagonistas en su intimidad familiar y transita los suburbios que comparten con sus amigos, ofreciendo así un retrato social muy actual.

Un lugar y una actividad con más características en común de lo que uno podría percibir en una primera instancia. Dos espacios donde los sueños se ponen en juego y las promesas de un futuro mejor, en otro lado, lejos, cobran fuerza. Un mundo que los abarca, un mundo con sus fieras (la “Tigresa”, la “Hiena”), sus palacios (el Luna Park) y el trabajo cotidiano y constante, la “pelea diaria de la vida” que deben enfrentar para sobrevivir. Dos lugares también se ponen en juego, Buenos Aires con su realidad dura e implacable vista desde la mirada precisa y curiosa de un austríaco. Al ritmo de la música de El Remolón, sudor y piñas como pocas veces se ven en el cine argentino. Weingartner se mete, con su ópera prima, en este mundo en las mismas condiciones que sus protagonistas: un grupo de jóvenes con poca experiencia pero con la garra y el ímpetu necesarios para lograr el triunfo y sobresalir por encima del resto. [Programa Bafici 2012]

Boxeo Constitución no idealiza la vida precaria, pero tampoco la miserabiliza. Aun cuando parta de un gimnasio casi oculto a la vista, ubicado en un subsuelo de los viejos hangares de los ferrocarriles de Constitución, cada uno de sus boxeadores lo conduce a una vida, a una historia personal, a una ciudad y un suburbio, a un estado de cosas social y también político. Boxeo Constitución es, más que sobre el boxeo, un documental sobre (algunos hombres de) un estrato, una clase social, y su supervivencia. [Emilio Bernini, km 111]

Una búsqueda emprendida en un ambiente obstruido por imagenes fijas: a través de una observación precisa, sin comentarios ni falso compañerismo, Boxeo Constitución cuenta la historia de dos boxeadores jóvenes del conurbano bonaerense más humilde, de sus esfuerzos diaros, del aire de los gimnasios, la impaciencia de sus entrenadores y los ejercicios tediosos y repititivos. A través de la repetición de la rutina y la vida cotidiana, surgen retratos sutiles, casi tiernos de dos jóvenes y su ilusión única y peculiar de su gran día, de su gran pelea, que sera tan brava y espectacular que nunca tendrán que pelear de nuevo. [Programa Viennale 2011]

[Nota escribiendocine]

http://www.escribiendocine.com/entrevistas/jakob-weingartner-estoy-fascinado-por-este-pais-y-su-tradicion-extraordinaria-de-lucha-p

[Nota Revista Ñ]

http://www.revistaenie.clarin.com/escenarios/Weingartner-acuerdo-deporte-practica-deslumbro_3_848345164.html